HISTORIA DE UN AMOR FRUSTRADO

Monday, January 16, 2006

PERON y EVITA

Hoy recogeré una reseña bibliográfica que, en cierta medida, aporta algo sobre la personalidad de los "argentos", aunque sea una obra histórica. Incluso, puede servirnos para entender la historia que me tocó vivir. ¡Aunque no sólo los argentos tienen pasados amargos! Miren la que nos está cayendo a los españoles con los "chiripitifláuticos" gobernantes que tienen las riendas nacionales y los que sólo se circunscriben al rinconcito del noroeste de España: los catalanes con su cúmulo de despropósitos. Así que "de iluminados" parece que todos los pueblos andan sobrados. Resentidos, no faltan en ninguna familia.
EL PURGATORIO DE LOS LIBROS:
MARTIN PRIETO, EL MUNDO 15.01.2006
"Perón, Perón, qué grande "sos" general....
PERÓN. TAL VEZ HISTORIA. Horacio Vázquez-Rial. Editorial Alianza. Madrid 2005.
Conocí a Horacio Vázque-Rial en Buenos Aires cuando Argentina recuperaba la democracia y él sus libertades perdidas. Acabámonos de ver El exilio de Gardel que no le agradaba y para mí era un festín de danza y tango. Acabó desarmándome: "La tortura no se baila". Y Tenía razón. Años después el ex presidente argentino Raúl Ricardo Alfonsín me comentaba en Madrid: "Vuelvo de estudiar en Harward con una beca para ex mandatarios. Deberíamos todos pasar por allí antes de acceder al cargo. Los yanquis dan por hecho un caudillaje militar de corte peronista en Venezuela". Y tuvo razón. Hugo Chávez, como Perón, es un militar populista, muy desapegado de las maneras democráticas, fascista vergonzante y convencido de que Estados Unidos es la madre de los problemas de su país y que contra ellos hay que desatar una cruzada iberoamericana. Tiene otros epílogos: Lula en Brasil (moderado por su propia corrupción), Evo Morales en Bolivia, posibilidades ominosas en Perú con Toledo y en la misma guisa el peronista Kirchner en la propia Argentina. El fantasma del peronismo recorre el continente sur.
Juan Domingo Perón se cayó del caballo en Italia donde sirvió como agragado militar, y admiró el fascismo. Había visto la miseria del norte de su país, como joven oficial, mandando pelotones que protegían los ferrocarriles ingleses y la tala feroz de bosques de millones de hectáreas de quebracho colorado para hacer durmientes de los ferrocarriles y tanino para curtiembre para la piel. Era hijo natural de una india quechua santiagueña y tenía rencor social. Despreciaba a la casta militar de la que formaba parte: "Para llegar a general lo único que he tenido que hacer es madrugar y saludar a todo el mundo". Secretario de Trabajo en el gobierno militar del general O'Farrell, desarrolló políticas de seguridad social, pensiones, sanidad, vacaciones, subidas salariales, impensables en Argentina dividida entre los pobres, los descamisados, los "grasas", los "negros" y una minoría de oligarcas agrícola-ganaderos viviendo en sus cascos con porcelana inglesa, plata en la mesa y traje de noche para cenar. Esa oligarquía era el Atapuerca de la derecha civilizada y parte del Ejército movió sus palancas y dio con Perón en la isla de Martín García en medio del río de La Plata. Evita Duarte, una pálida actriz mediocre, también hija natural, buscona entre la cúpula militar, se agarró a los micrófonos de Radio Belgrano y sublevó al país. "Todo por Perón". Faltó un Zola para contarlo. Los miserables cruzaron en barquichuelas el Riachuelo, tomaron los trenes y los autobuses y convergió sobre Buenos Aires toda esa chusma hacia la Plaza de Mayo. Un vapor trajo a la ciudad al arrestado hasta la Casa Rosada y O'Farrell tuvo que empujarle para que saliera al balcón y le vivaran sus masas: "Enfréntate a lo que has hecho". Ganó unas elecciones libres arrolladoramente, bajo el lema oportunista "O Bradem o Perón" (Bradem era el Embajador de los Estados Unidos).
Es inevitable la cita a Eva Duarte (su segunda mujer) porque Perón fue un gran manipulador de mujeres. A Eva la conoció en una velada en el Luna Park porteño en una gala en beneficio de los damnificados por el terremoto de San Juan, en la cordillera andina. Entre los militares presentes se corrió la voz de un agregado europeo que se despedía lamentando perder la mujer que mejor hacía la fellatio en el mundo. A Perón le fosforearon los ojos. Y es que es inevitable recurrir a la sicalipsis para explicar al hombre. Probablemente era impotente y recurría a las gargantas antes que a las vaginas. Ya viudo organizó en "Olivos", la residencia presidencial, unos juegos atléticos de adolescentes entre las que destacó por sus favores una chica de 14 años apodada sospechosamente "la piraña". Evita le dio mucho poder con sus socialismo de alpargata, pero el general fue muy cruel con ella. La CGT la candidateó para vicepresidenta en una manifestación monstruo. Se ve a Perón nervioso moviendo los pies. Llegados a casa les oyeron los mucamos* "Chinita (corrupción del quechua chi'naw que define a la mujer del gaucho) vos tenés cáncer; te estás muriendo. ¿Cómo querés ser vicepresidenta?". Eva murió y recibió insólitos y merecidos honores funerarios. Los descamisados desengancharon los caballos que tiraban del armón y la arrastraron a sus lomos por un Buenos Aires arrasado por la lluvia y la tristeza de un julio del invierno austral.
Perón comenzó a enfrentarse a la Iglesia (su gran error) y a radicalizarse frente a la oligarquía y a distanciarse aún más de sus conmilitones. Exiliado en Madrid jugó con la extrema izquierda y la extrema derecha de su movimiento (las dos hipernacionalistas y anticomunistas) hasta regresar a Buenos Aires y nuevamente reelegido presidente echó a los montoneros de la Plaza de Mayo. "Son unos imberbes". Y éstos le contestaron: "Somos unos boludos/votamos a una puta y a un cornudo". Isabelita Perón, una bailarina de cabaret, ya estaba en danza. Durante su estancia en Madrid el brujo López Rega la tendía sobre la momia de Evita, el ataúd en el altillo, para que recibiera sus efluvios y el Macho gritaba desde abajo para que cesaran los ruidos.
Es tal la dimensión del personaje que de él se han escrito biografías noveladas y hasta novelas sin más. Vázquez-Rial subtitula su Perón como Tal vez la historia. No. Es la historia en un volumen definitivo de 700 páginas. Es un libro de actualidad porque el peronismo resucita en Latinoamérica en sus distintas modalidades. Evita está enterrada en La Recoleta de Buenos Aires sin haber vuelto a ser profanada (hubo oficiales que practicaron la necrofilia sobre su cadáver conservado por el español doctor Ara como una muñequita de cera). Perón yace en el popular La Chacarita cuya tumba también fue violada para robarle las manos. Isabelita, la tercera mujer, guarda silencio en Madrid.
Perón arrasó el país del peso fuerte y uno de los más ricos del mundo. Acabó con su izquierda hasta el punto de que un secretario general del Partido Comunista argentino ganó un Súper PRODE (Pronósticos Deportivos; la quiniela española) y desapareció con el dinero abominando de la lucha de clases. El socialismo fue ahogado y el anarquismo ya había sido sacrificado en los sucesos insurrecionales de la Patagonia trágica movidos por españoles. Sus sucesores arrastran el mismo poso fascista que elimina a las izquierdas tradicionales, promete a las masas lo imposible y saca pecho ante Estados Unidos, únicos malditos de la Historia americana. Es un libro para entender el inmediato futuro del nuevo peronismo iberoamericano. "Perón, Perón/qué grande sos/mi general/cuánto valés..."

1 Comments:

  • Che, boludo, continúa contando historias de este "tipo". Sos macanudo, trataré de leerte. Menuda yiro Evita, pero aquí los argentinos no admitimos que nos la menosprecien, aunque nos hundiera en la "bosta", es nuestra heroina.

    By Anonymous Anonymous, at 4:28 AM  

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