CHISTES-2 (LOS MÁS GRACIOSOS SOBRE ARGENTINOS)

Continuamos reflejando algunos de los muchos chistes de Argentinos que localicé en los pocos libros que me quedaron tras el paso del huracán "gento" por mi vida...

POR AMOR

-Un argentino, radicado en Madrid, decide visita a su amigo Manolo. Cuando llega a la casa de éste, se encuentra con la esposa (una hermosa y exuberante madrileña).

-¿Qué tal, flaca? ¿Está Manolo?

-No. Vendrá dentro de una hora, ¿quieres esperarlo?

-Bueno.

El argentino, muy seguro de sí mismo, pasa al apartamento, se sienta, se sirve un coñac, coge un pitillo y, con aire señorial, disfruta de la espera, mientras observa el hermoso cuerpo de la esposa de su amigo Manolo.

La esposa de Manolo continúa con sus tareas hogareñas y queda, por un momento, inclinada sobre un jarrón cerca del amigo de su esposo. Éste, rápidamente, procede a colocarle una mano en el culo con todo desparpajo.

-¡Pero, Alberto! ¿Tú eres gilipollas o qué? ¿Cómo se te ocurre? ¿Acaso me has tomado por una puta?

-Pará flaca, ¿qué te pasa? ¡Quién te dijo que te pienso pagar!

Oportunidad

Una anciana sale de una tienda situada en el Paseo de la Castellana, entonces, un argentino que viene corriendo por la acera, tropieza con ella, la anciana cae y queda sentada sobre la acera con toda la compra esparcida por el suelo. El argentino la mira sonriente y le dice:

-Che, vieja, ya que está en el piso [suelo], ¿me ajustaría los cordones de los zapatos?

De qué están hechos

En un congreso de alquimistas deciden fabricar un argentino. Para ello dan la receta:

-Recuerden: para fabricar un argentino deben mezclar en una gran olla a un español, un portugués, un judío, un inglés y un italiano y los van revolviendo mientras añaden piola y más piola*. Pero, recuerden: hay que tener mucho cuidado con la piola.

-¿Por qué? -pregunta el auditorio.

-Porque si se pasan de piola, entonces fabrican un argentino de mierda.

Cómo lo llaman

-¿Sabes cómo le dicen al estraperlo [contrabando] en Argentina?

-¿Cómo?

-Comercio Exterior.

Lógico

-¿Qué hace un español cuando se entera de que tiene un vecino argentino?

-Pues, no lo sé.

-Arranca el teléfono y lo tira por la ventana.

Parecidos

-¿En qué se parecen un gallego y un argentino?

-No sé.

-En que el gallego lo pasa cojonudamente con los chistes de argentinos.

-¿Y el argentino?

-Que se pasa de pelotudo con los chistes de gallegos.

Honor

Le cuenta un argentino a un español:

-Yo no dejaría que nadie tocara gratuitamente a mi esposa.

-¿Sadrías a defender su honra?

-¡Ma qué honra! ¡Le diría que me pague primero si quiere tocarla!

Pecado

-¿Sabe padre que los argentinos dicen que Dios es argentino?

-¡Blasfeman, hijo. Blasfeman!

Mal socio

Un español había formado por muchos años una sociedad con un argentino. La empresa, establecida en Madrid, ahora está en la ruina. El socio argentino sufre un problema de salud y se encuentra en su lecho de muerte.

El socio español va a visitarlo al hospital. Al verlo llegar, el argentino lo mira y le dice:

-Gaita, debo confesarte algo. No puedo morir con este cargo de conciencia. ¿Te acordás que siempre me decías que tu mujer andaba con otro? -Bueno, yo era ese otro. Aprovechaba cuando te tocaba a vos a ir a Barcelona para andar con tu mujer. Y ¿te acordás cuando desapareció todo el dinero de esa exportación tan importante que hicimos a Francia, cuando yo le eché toda la culpa al empleado y lo echamos? Era mentira. Yo robé todo el dinero. Y ahora, en realidad, no nos fundimos por culpa de una mala transacción en la bolsa, yo me jugué toda la guita* a los caballos...

-Calma, calma, no sigas. Noto que te angustias y eso te hace mal. Ya que estás en plan de confidencias, quiero que mueras con tu conciencia bien tranquila. Te perdono todo lo que hiciste.

-Sos un alma noble gaita, ¿cómo puedo agradecértelo?

-No tienes que agradecerme nada. ¿Recuerdas anoche cuando te descompusiste? Pues no fue el corazón como tú creías, era el veneno, y te lo di yo.

DESCONFIADO: No hay tiempo

En una isla desierta estaba un argentino descansando cuando de pronto vio que venía nadando rápidamente otro argentino, al cual lo estaba persiguiendo un tiburón. El que se encontraba en el agua pidió socorro a gritos; el que se encontraba en la isla lo miró y le preguntó:

-¿De qué partido sos?

-¡No seas pelotudo, ayudáme, por favor!

-¿Pero de qué partido sos?

-¡Radical! Y dale, ¡ayudámeee...!

-¿Seguro que sos radical? ¿No serás un comunista infiltrado?

-¡No, seguro, pero dale que me comeeee.....!

-El problema es que yo soy un peronista. ¿Cómo puedo confiar en vos?

-En ese momento el tiburón alcanzó a su presa, la devoró y esta desapareció. El argentino que estaba en la isla descansando se levantó al no escuchar ninguna respuesta, miró a su alrededor y no vio nada, miró a lo lejos y vio el mar tranquilo. Se quedó meditando un buen rato y después pensó.

-Este me quería enroscar la víbora [engañar]. Cuando lo apreté, aflojó y se fue al mazo; por eso se hizo humo. Je, estos radichas se creen que me van a joder a mi.

PIOLA: Cómo le llaman

Ser piola en Argentina es fundamental. La sociedad argentina está estratificada de acuerdo con el rango de piola que ocupa cada individuo. Esta escala tiene una gama muy amplia de matices. Pero podríamos decir que el escalafón más bajo lo ocupa aquel que dejó de ser piola y que por lo tanto es ignorado por todos y el rango más alto lo tiene el super piola, aquel que está de vuelta de todo y se caga en todos.

Al pobre personaje que dejó de ser piola, en la Argentina, lo llaman "jubilado" y al rey de los piolas le dicen "presidente".

Qué negocio.

Se encuentra un argentino con su amigo español en la acera cerca de la puerta de un lujoso hotel en la Gran Vía madrileña:

-¡Hola Manolo! ¿Sabés que estoy parando en este hotel?

-Pero, Alberto, lo que cobra este hotel ¡es un robo!

-Por favor, Manolo, estás frente a un piola. Yo a estos los rejodí.

-¿Por qué? ¿Cuánto te han cobrado?

-5.000 Euros por noche.

-No, joder. Te digo que te han robado. Tienes hoteles mejores por mucho menos.

-No, no. Estos son unos forros*: ya les afané tres ceniceros, dos toallas, cinco jabones y... ¡Todavía no se han dado cuenta!

Es difícil prevenir

-¿Sabes Manuel que en la Argentina les llaman forros a los preservativos?

-Pero, José, también le llaman forros a los tontos.

-Ahora comprendo por qué es tan difícil prevenir el SIDA en Argentina.

-¿Por qué?

-Porque son tan piolas que no pueden tener nada de forros.

Cura

Un argentino está con un médico madrileño pidiéndole una cura para su problema, ya que muchas veces la pasó mal por sustraer cosas de distintos lougares.

-Vea, hombre, el problema que Ud. tiene se llama "Cleptomanía".

-¿Y eso qué es?

-Consiste en un impulso irrefrenable de sustraer cosas inútiles de cualquier lugar.

-¿Y no podría recetarme algo?

-En cuanto me devuelva esa cosa inútil llamada lapicero.
Sencillo

-Oye, argento, te doy 5000 Euros si me das una muestra de extrema pereza.

-Poné los euros en mi bolsillo, gaita.

Ronda

Un turista argentino decide averiguar cuál es el sentido cultural de las rondas en España. Luego de pasar por varios bares y haberse tomado varios coñacs, le preguntan:

-¡Oye chaval! Ahora, ¿entiendes?

-No, no entiendo nada.

-¿Cómo que no entiendes?

-No entiendo dónde estoy, qué hago, ni por qué da vueltas todo el bar.