HISTORIA DE UN AMOR FRUSTRADO

Wednesday, July 12, 2006

UN VERANO CALUROSO

Seguimos padeciendo los estragos de un verano super-caluroso. Pero al menos no hay trabajo doble o triple como aquel verano en el que no había manera de olvidar el trabajo. Trabajé como en mis tiempos de juventud, se hizo dinero por un tubo y "se volatizó"... Para postre venía después la jornada adicional de "sexo-duro" en donde las 8-10 horas de mete-saca eran cosa rutinaria... En el salón reservado, en la bodega los días de sol de muerte... Y así día tras día... seguimos sin descubrir qué "pócima" me administraba para poder mantenerme a constante trote...
La vida sigue su curso. Dicen que el insolente del muchacho sigue haciendo de sus "putadas" y han vuelto a aparecer algunos de los especímenes familiares con los que emparentó nada más llegar. Por lo visto no hay mucha "guita" que cortar y no todo es trigo limpio... ¡Pero bastante tengo yo con mis cosas para preocuparme por la de los demás!
¡Eureka! Después de dos años de silencio la hermana de la "yiro" volvió a enviar correo... Pero ya no lo abro, va directamente a la "papelera" y de manera inmediata la vacío para evitar su presencia en la bandeja de entrada... Todavía me pregunto qué carajo andan buscando... Igual piensan que todavía pueden volver a enredarme, como si uno tuviera siete vidas para trabajar y que los demás se lo pulan... Además, ya dije basta, ¿por qué insisten en presentarse esos impresentables?
Sin duda son duros de roer y piensan que los gallegos somos seres dispuestos -siempre- a dejarnos pisotear. Allá ellos y que dejen de molestar... Lo único que tienen que hacer es olvidarse y, si quieren algo saben donde están las autoridades esperándolos... Ya que la REBELDÍA PROCESAL sigue en pie para la YIRO y la condena para el INSOLENTE, supongo, que no la cumplió por falta de antecedentes en ESPAÑA y la multa, llegado el caso, tampoco la pagaría... Pero es un problema de la justicia que ya para nada me incumbe...
Seguimos padeciendo el calor y pocas ganas de mover el esqueleto con estas temperaturas que derriten hasta las piedras. Del asfalto, cuando vengo al pueblo desde casa, sale humo...