LEY DE VIOLENCIA DE GÉNERO

Prisión para un hombre por empujar a su novia y multa por pegar a una empleada del hogar

Actualizado martes 20/05/2008 12:03 (CET)

 

NANDO GARCÍA

BARCELONA.- Si todos los ciudadanos fueran iguales ante la Ley nunca se hubiera redactado una sentencia por la que se ha condenado a un hombre a siete meses de cárcel por empujar a su pareja y a una mísera multa por dar un puñetazo en el pecho a una empleada del hogar.

Enric se sienta en el banquillo tras ser denunciado por su pareja por malos tratos. El juzgado penal número 13 de Barcelona considera probado tras el juicio unos hechos que no puede ordenar de forma más reveladora. Enric «ha mantenido una relación sentimental» con la víctima. Tras este inicio, el juez relata que existen pruebas de que el 18 de junio de 2007, el acusado se dirige al lugar de trabajo de la joven, un piso de Barcelona en el que cuida de un anciano junto a una compañera. Enric discute con su pareja y la llama «puta» antes de darle «un empujón en el hombro». Después, se dirige a la otra trabajadora, con la que no mantiene relación alguna y le propina «un puñetazo en el pecho». Por si no quedado claro, otra vez: la primera víctima recibe un «empujón» y la segunda «un puñetazo».

De nada sirve que durante el juicio la pareja del acusado dijera que el «empujón» fue sin «ánimo de agredirla» porque la Ley de Violencia de Género no deja apenas lugar a las interpretaciones. Así pues, la sentencia, a la que tuvo acceso EL MUNDO, condena a Enric a siete meses de cárcel por un delito de maltrato en el ámbito familiar por el «empujón» y a una multa de 140 euros por una falta de maltrato de obra por «el puñetazo».

La contradicción no es pequeña: en época de leyes de igualdad se fomentan las desigualdades ante la Ley.

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