HISTORIA DE UN AMOR FRUSTRADO

Thursday, June 28, 2007

¡QUÉ TROYANO!

La vida sigue y parece que no fue nada grave, pero tengo que confesar que creía que el "troyano" iniciaba su andadura dentro de mi ser. Me explicaré. Nunca supe qué coño me suministraba la "yira" argentina para aquellas cópulas de días enteros [como ya dije hubo una, la más larga, que no creo que la superara Nacho Vidal: comenzamos a "joder" a las 7 de la tarde nada más llegar el viernes del trabajo de Barcelona y "descansamos" -es un decir- a las 10 de la noche del domingo siguiente. Durante esas tres jornadas el "rabo" nunca se volvió flácido y siempre estuvo en posición "firme"] y eso es algo que, en cierta medida, me atormenta, no es que fuese una sesión no gratificante, posiblemente consumí más sexo en ese tiempo que en mi medio siglo de vida. Y no es broma, la media de cada copulación era de unas diez horas y, empalmaba, trabajo con "folleteo" de manera constante... ¿Dónde estaba el misterio? ¡Sólo en la comida que tan "gentilmente" me preparaba y de la que, generalmente, nunca tomaba ella ni un mísero bocado... porque, decía que había ido comiendo mientras la preparaba... Evidentemente, pensaba que algo debía de haber cierto en esa afirmación ya que en el tiempo que estuvimos bajo el mismo techo su figura "se redondeó" con unas cuantos quilos aunque, por suerte, no tengamos que decir que se convirtió en una "yira" obesa... más bien al contrario: fibrosa y vibrante que te hacía enloquecer, sobre todo cuando te practicaba el "birmano" o te "cabalgaba" como una yegua desbocada... Era increíble lo que en esas posiciones te podía llegar a hacer disfrutar, quedabas ido, bloqueado, sin otra cosa para hacer que no fuera meter y sacar hasta llegar a morder como si fueras un perro... Recorrerla, poseerla, clavarla, saetearla sin fin hasta que ella misma enloquecía y gritaba como poseída por el mismísimo satán. Aunque en este caso nada más fuera el "garañón del gallego" como el boludo de su hijo decía cuando osaba entrar, en plena faena, y te palmeaba diciéndote, mientras tenía a la madre clavada: así me gusta gachego, que hagas disfrutar a la yira de mi madre..."
No había manera de bajar, de descansar, más y más, sin parar y siempre preguntándome y preguntándole ¿qué me pasa? ¿Cómo es que "aguanto" tanto? ¿Qué me das "mi amor"? y día tras día hasta que se firman los papeles en el juzgado y la "magia" de aquellas interminables sesiones de sexo sin descanso comienzan a desaparecer... para, finalmente, tener el abrupto final de ¡Basta! hasta aquí hemos llegado...
Bueno, pues eso siempre me ha traído con el pensamiento encerrado en que algo me estaba suministrando y que ese algo [llegué a HIPERTENSIÓN: 24 de máxima y desde entonces bajo control médico] en cualquier momento, como un "troyano" informático, explotaría... Este fin de semana, fiestas por todos lados, también me tocó sufrir. El viernes me explota un intensísimo dolor que me deja "el rabo" semi-muerto, apenas lo siento, un dolor tremendo al orinar... Pienso es el efecto de una comida en el Barco-Restaurante en el Delta del Ebro, pero no hay manera de saberlo... El dolor remite y paso el fin de semana normal... Pero ¡Oh, Dios! Cuánto dolor el domingo a las 11 de la noche, caigo postrado, es insoportable, me sube la tensión y la temperatura, intento calmarme pero no hay manera de escapar a aquella terrible sensación... Finalmente a la una de la madrugada ingreso en urgencias y tras los correspondientes análisis parece que es un simple CÓLICO NEFRÍTICO, tratamiento médico y a iniciar las pesquisas para intentar arreglar ese desajuste... Pero el "acojonamiento" no hay quien me lo quite. Es ese pavor del cual escapé [aunque como dejaron algunos visitantes en sus correos: bien follado sí que estuve] hace ya 44 meses y, ella, naturalmente sin aparecer ni atender las demandas judiciales que ya se le han ido remitiendo vía Embajada...
La viuda del "pibe" parece, [finalmente] abandonó la población, la casa fue desalojada y los hermanos de ella tampoco hay quien los vea... El negocio lleva algunas semanas cerrado y la vida parece que se los tragó... Uno de los "beodos" tradicionales un día me dijo que se habían marchado al Sur de España, sin duda con la vista a seguir "viviendo" a costa de los demás, como había sido su habitual comportamiento en esta zona... Otros dicen que por motivos de trabajo y alguno más que el negocio "cutre" que regentaba la "vaca" de la madre [no es broma: 1,50 metros de altura y sobre los 150 kilos de peso no es ninguna "sílfides"; la viudita del "guacho" va por el mismo camino, aunque sigue con la insolencia en su mirada y la cara dura por enseña] al parecer se liquidó por unos 30.000 euros...
La criatura da lástima, pero tampoco tenemos que ponernos sentimentales. Que cada uno aguante su desgracia y que nos libre [la justicia] lo más rápidamente posible de esa atadura que parecen no querer cortar... Supongo que los jueces y abogados deben de comer del mismo plato para querer eternizar los casos con lo fácil que es publicar en el BOE la citación. Pero no. Erre que erre. Quieren localizarla... ¿para qué?
¡En fin que los disfruten!

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